El blog de la biblioteca del Colegio Don Quijote

Hace mucho tiempo, en un pueblo más grande de lo normal, se encontraba un castillo más raro y extraño que se llamaba Encantado.

En ese pueblo vivía una familia en la que vivían un niño y una niña. El niño se llamaba Arturo, y tenía 12 años; y la niña Alicia, que tenía 10 años. Ellos estaban muy interesados por entrar al castillo pero lamentablemente nadie había entrado, excepto una familia, La Familia Loca.

La familia Loca estaba formada por una pareja de abuelos muy raros y un poco locos, además no soportan los niños, y para ellos todo lo bonito y bueno, es malo y feo. Se llamaban Cacerolo Botín Descalzo y Ramona Loro Sardina. Ellos decían que el castillo estaba lleno de fantasmas y estaba encantado. Mucha gente los creía y otros no, pero nadie se quería arriesgar.

Arturo y Alicia no creían en lo que decían los “abuelitos locos” y tuvieron esta charla con su madre:

  • Alicia: Mamá, ¿es verdad que el castillo está encantado?
  • Madre: Pues… no lo sé pero, ya has oído lo que han dicho Cacerolo y Ramona
  • Arturo: ¡¿Pero crees en esos locos?!
  • Madre: ¡Ya basta! Me tenéis la cabeza loca. No quiero hablar más del tema. Si tenéis alguna duda preguntárselo a Cacerolo y Ramona……

Al día siguiente, Arturo y Alicia fueron a ver a los ancianos a hacerles unas preguntas. Lo único que pudieron sacar era que el castillo estaba encantando, había una gran fiera con unos dientes enormes, bla, bla,bla…..

Arturo y Alicia no creían en nada de eso y los ancianos eran muy testarudos y entonces se les ocurrió la idea de ir al castillo.

En mitad del camino, de unos arbustos, se oyó una vocecita que decía: “No vayáis, muchas criaturas horripilantes os encontrareis”. Unos instantes después de oír eso se escucharon otras voces que decían: “¡Cacerolo! Alcánzame la cacerola que no llego” Esa voz era sin duda la de Ramona Loro Sardina, y de los arbustos apareció Cacerolo que quería asustar a los niños.

Los niños dijeron a coro: “No tenemos miedo a nada”. Unos instantes después vieron una araña y Alicia se echo a gritar:

  • Alicia: ¡ahhh!
  • Arturo: Alicia, no seas cobarde

 

Pronto vieron el castillo y por fuera daba un poco de miedo, pero ellos… ¡se atrevieron a pasar!

Una vez dentro, … no daban crédito a lo que veían: las paredes eran rosas, unicornios por todos lados, flores de colores, … y la gran bestia que decían Cacerolo y Ramona que tenía unos dientes enormes, era un conejito blanco, con dientes pequeñitos.

Por tanto, todo lo que habían dicho Cacerolo y Ramona, era mentira, pero sin maldad, ya que lo que para ellos era bonito y bueno, era malo y feo.

Al final, el castillo en vez de llamarse “Encantado”, pasó a llamarse el castillo “Encantador”

Y colorín colorado, espero que este cuento tan raro os halla encantado.

 

Comentarios en: "¡Menudo Castillo! Esther Camacho Caro (Sexto de primaria)" (2)

  1. Andrea dijo:

    El cuento de Esther me ha gustado mucho, seguro que se a tenido que esforzarse mucho para tener esa imaginación.

  2. Marcos dijo:

    Creo que el cuento de Esther es muy entretenido sobretodo para niños/as menores, seguro que si lo leyeran les encantaría.

Deja un comentario